la soledad no me asusta
me gustan los silencios
me gustan los días lluviosos
sentada en un sillón
con la luz apagada
para contemplar mejor
los grices de las nubes,
las gotas de las lluvias
resbalando por la ventana,
de vez en cuando aparece el viento
barriendo el agua del asfalto
doblando el verticalismo
de las gotas de agua
y un suave salto felino
quebro la paz instaurada
se puso a jugar con el viento
con las gotas detrás de las ventanas.
Beatriz Else-
Está lloviendo en Buenos Aires-