Los paseadores de perros han dejado de ser una ocurrencia
0 atracción para la vista de la gente que los miraba pasar o
detenerse en un semáforo, escuchando música o
mirando un librito, mientras perros de dispares tamaños
se detenían a la par de su eventual"amo" esperando el cruce
de calles, todos hiperventilando con la lengua afuera,
para pasar a formar parte del paisaje urbano.
Es un oficio muy requerido a la hora de tener que ocuparse de
las mascotas y no tener el tiempo suficiente para hacerlo.
Los jovénes que lo realizan deben estar preparados para ello,
ya que no solo deben tener paciencia con el animal, también deben
conocer un poco de psicología canina ya que ,algunos, sacan a
pasear hasta diez perros de diversas razas y pedigrí.
He visto en los parques encontrarse a dos paseadores de perrros
y ponerse a charlar muy distendidos sin que sus veintes perros, grandes,
medianos y muy chiquititos,dijeran ¡guau!.
La gente que se sienta en los pastos, en el parque del planetario,
se corren y agarran a sus hijos de las manos, pensando:
-Ahora se arma la de San Quintín-
Pero ellos, los caninos, hacen lo que hacen todo los perros,
se miran,olfatean la cola del otro, o simplemente se tiran al
pasto a descansar mientras sus cuidadores chusmean,se ríen,
intercambian números de télefonos móviles, descansan...
Los jovenes llevan un cinturón con un mosquetón, como los de
los escaladores de montañas, al que enganchan las correas
individuales.-Si ya forman parte del paisaje urbano.
Beatriz Else-paseadores de perros que ví-